El Bastón de Esculapio

Área de El Fogón de las Culturas dedicada a la Higiene y la Salud.

Asociación: El Fogón de las Culturas®

Ubicación : Andalucia, Spain

Higiene escencial

Una profunda higiene de las manos es fundamental para preservar la saludEs tarea de todos los adultos, maestros, padres, etc. lograr inculcar en los niños nociones de higiene corporal básicas. Sin embargo, los hábitos de higiene en ocasiones son sutilmente obviados, transfiriendo con ello un mal ejemplo a los pequeños que nos observan. Los criterios sobre la buena y eficaz higiene varía entre culturas e incluso entre individuos, es por ello que aquí reflejaremos conductas higiénicas que sirvan como pautas a adoptar para erradicar los malos hábitos higiénicos, incluso los transmitidos culturalmente, que conducen a afectar la buena salud y la calidad de vida.

Puntos básicos en la higiene:
Las manos.
Las manos son, de nuestro cuerpo, uno de los vectores fundamentales de transmisión de agentes patógenos. Es prioridad explicar a los niños lo importante que resulta lavarse las manos después de jugar, pasear, al regreso a casa, al tocar algo que pueda estar sucio, y muy especialmente luego de jugar o tocar a un animal. Es en la practica cotidiana de los hábitos higiénicos, donde el niño logra incorporarlos como conducta.Frecuentemente nos encontramos con la falta de costumbre, incluso de los mayores, de lavarse las manos luego de realizar sus necesidades fisiológicas, es sumamente importante el correcto lavado de las manos luego de excretar, ya sea al orinar o al defecar.
En el momento justo antes de comer cualquier alimento, con o sin cubiertos, ya sea una merienda, desayuno, almuerzo o cena, las manos tienen que estar limpias. Lavarse las manos debe ser un acto reflejo, y este se forma con la consciente y continua realización.
¿Y cómo es la manera correcta de lavarse las manos?. Podemos afirmar que la inmensa mayoría de nosotros no lo hace correctamente, he aquí el método apropiado:

Lavarse las manos, aprendamos a hacerlo.
- Previamente debemos quitarnos todas las prendas que llevemos puestas, anillos, pulseras, etc.
- Las manos se lavan siempre mejor con agua tibia, así se favorece considerablemente el efecto de la limpieza, siendo además recomendable para evitar futuros problemas articulares provocados por el uso continuo de agua demasiado fría.
- Lavar de forma dinámica todos las zonas, entre los dedos, debajo de las uñas. Los intersticios de las uñas suelen alojar infinidad de organismos que afectan la salud, el jabón frotado activamente y durante más de treinta segundos trae un resultado casi perfecto.
- Enjuagar bien las manos, el arrastre que provoca el agua garantiza la limpieza.
- Finalmente el secado debe realizarse con una toalla limpia.
- Es recomendable usar las uñas cortas, aunque no demasiado.

La higiene bucal, la sonrisa perfecta no es suficiente.
- Debemos tener muy claro que no hay que meter los dedos ni objeto alguno en la boca. Los azúcares, dulces y caramelos favorecen la proliferación de gérmenes que destruyen nuestros dientes y encías.
- La razón primera de la higiene bucal es eliminar los restos de comida que quedan entre los dientes y en la base de los mismos, estos restos provoca las caries y la fatal placa dental.
- Es necesario el cuidado de las encías a diario, masajeándola suavemente con el cepillo.
- Los dientes se deben cepillar después de cada comida y como mínimo tres veces al día.
- Debemos atender al uso de un dentífrico recomendado por el odontólogo o dentista, en la visita que hay que realizar, mínimo una vez al año. Es el profesional quien orientará sobre la manera más eficiente del cepillado dental y el tipo de cepillo a utilizar.
- El cepillado nunca durará menos de tres minutos.
- Enjuagar bien la boca. Existen muchos enjuagues que podemos usar como complemento para una correcta limpieza bucal.

El cuerpo, nuestro templo.
Un cuerpo sucio constituye un medio propicio para el desarrollo de microorganismos patógenos como hongos, bacterias, y virus. El polvo, el sudor corporal y otras secreciones, favorecen la multiplicación microbiana. Una ducha o un baño diario es fundamental y siempre utilizando un jabón, es recomendable el uso de jabones neutros.
El cepillado del cabello y el uso de champú previenen la pediculosis (piojos) del cuero cabelludo, entre otros posibles males. Los piojos suelen atacar a los niños, y la única manera de evitarlo es mediante la higiene.
El piojo es muy pequeño, pero visible, mide entre 2 y 3 milímetros; la hembra pone una docena de huevos o liendres al día que son alojados en la raíz del pelo; a la semana de la puesta comienzan a nacer y a minar la cabeza, aproximadamente a los 15 días estos invasores llegan a la adultes. Los piojos pueden a vivir hasta dos meses, provocándose así la fácil transmisión de un niño a otro, sobre todo en el colegio donde suele ser muy frecuente y a manera de plaga.
El tratamiento es local y se realiza con la aplicación de un producto antipiojo que matan a estos insectos, se debe tener sumo cuidado de peinar el pelo con un peine muy fino y así eliminar las liendres que los piojos adultos dejaron en el cuero cabelludo contagiado.

Evitando los piojos, medidas necesarias.
- Cepillar y peinar todos los días el pelo del niño. Lavarlo regularmente de dos a tres veces por semana, dependiendo de cuanta actividad realice el niño. No es malo lavar más frecuentemente si así se requiere.
- Escudriñar bien el cabello y la zona de la raíz del pelo.
- Evitar que los infantes intercambien sus gorros y bufandas.
- Cambiar la ropa de cama una vez por semana como mínimo. El lavado de la ropa de cama debe realizarse con agua caliente y secada preferentemente al aire y sol.

La higiene nasal.
Todos conocemos que un simple estornudo constituyen una importante diseminación de microbios, la gripes, los catarros. El uso de pañuelos de papel desechable es lo mas recomendable cuando se presentan las secreciones nasales. La limpieza adecuada y cuidadosa de los orificios nasales reduce la propagación de estas afecciones.
La manera apropiada de limpiarse la nariz requiere de un mínimo grado de educación que debemos enseñar a nuestros niños, como por ejemplo el darse vuelta cuando extraemos la mucosidad. Es importante desechar el pañuelo usado y sucio en un cesto de basura, nunca cargar con el pañuelo usado en el bolsillo o la cartera y mucho menos dejarlo abandonado en cualquier sitio, esta práctica provoca la fácil transmisión de los microbios, además de ser un detestable mal hábito.
La mucosa es de la nariz es delicada, es por ello que se debe tener cuidado con las irritaciones provocadas por las limpiezas repetidas. La suavidad del pañuelo, de tela o papel, debe tenerse en cuenta para evitar daños.
Atendiendo estos puntos podemos asegurar que estamos entrando por el camino hacia la buena salud, camino este que favorecerá nuestra vida y la de nuestros queridos niños.
Lo dicho: ¡Educar en correctos hábitos de higiene es tarea de todos!.
Por David Hornedo.

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