El ESTRÉS OXIDATIVO es un estrés químico inducido por la presencia en el organismo de elevadas cantidades de los llamados RADICALES LIBRES, afectando nuestra Calidad de Vida.
El desequilibrio entre la producción de radicales libres y la capacidad del organismo para eliminar el exceso es la causa fundamental del ESTRÉS OXIDATIVO. Conocerlo es la base de todas las terapias antioxidantes, incluida la ozonoterapia.
El ESTRÉS OXIDATIVO no da síntomas específicos y su diagnostico se complica por medio de los análisis clínicos comunes. El estrés oxidativo acelera el proceso de envejecimiento y favorece la aparición de envejecimiento precoz, Alzheimer, infartos, colitis ulcerosa, pancreatitis, accidentes cerebro vasculares, determinados tipos de cáncer, etc. Más de trescientas enfermedades alopáticas pueden ser favorecidas con la presencia de los radicales libres de forma incontrolada.
Los niveles de ESTRÉS OXIDATIVO pueden determinarse en la actualidad. Su medida controlada se aplica en la prevención y aplicación de terapias para determinadas enfermedades y fundamentalmente en las terapias antioxidantes. Estos estudios son aplicables, principalmente, a las persona enfermas o con riesgo de enfermar, a pacientes bajo terapias antioxidantes de antienvejecimiento, a los deportistas y atletas de alto rendimiento, a individuos expuestos al humo del tabaco y bebedores habituales, etc.
Hay que tener en cuenta que nuestro organismo se enfrenta a los radicales libres durante toda la vida. El tener que soportar un exceso de radicales libres provocará daños en la membrana de nuestras células, destruyéndola y cambiando así su información genética, esto facilita que se desarrollen disímiles tipos de enfermedades y el conocido envejecimiento prematuro.
Es un acto responsable cuidar de la nuestra salud y en este caso conocer que nadie está exento de producir exageradas cantidades de radicales libres y se hace necesario prevenir el estrés oxidativo, incluso en personas sanas.
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